martes, 26 de febrero de 2013

LA VARICELA?



No hay nada más doloroso que ver a tu peque enfermito. Mi “mini yo” pilló de todo el año pasado pero parece que con el tempo, la inmunidad por tanto virus pillado y demás, la cosa va cambiando y cada vez se hace más fuerte. Pero las experiencias hacen su función y al mínimo síntoma ya estoy examinando cualquier detalle por si hay que salir corriendo al médico.

Hace unas 3 semanas hubo pasa de varicela en la guarde y algunos niños cayeron enfermitos, por suerte ninguno con complicaciones. Hace 2 días, a mi “mini yo” le salió un granito en la mejilla. No le di importancia y como si nada llegó el lunes.

El lunes, el grano que tenía había desaparecido peeero salió otro en la otra mejilla. Tampoco le di importancia porque sólo se trataba de un grano que había salido, desaparecido y salido otro. Hasta que hoy martes le he visto uno en la espalda y otro en el pecho.
Claro, una relaciona: pasa de varicela en la guarde, niños juntos, enfermedad que te pillo. Pero luego pensé. A ver, hace 3 semanas de la varicela de estos niños, mi “mini yo” tiene las dos dosis de varicela…No, no puede ser.

Al llegar hoy al cole qué mejor sorpresa que la de ver a una de las mamis de una de las compañeras que pasó la varicela. Lo primero que he hecho es preguntarle: “Perdona, mira este grano. Es varicela?”. La madre, yo y la maestra miramos y remiramos a “mini yo” ante la atenta mirada de los otros compañeritos de clase. La respuesta de las dos fue: “No, esto no es varicela”. Pero las madres somos como somos y ante la duda de las conclusiones de abuelas, madres y maestras, te vas al pediatra.

La pediatra la mira, duda ante uno de los granitos pero finalmente dice: “no, no es varicela”. Cualquier persona con sentido común pensaría: bien, ahora ya puedo respirar tranquila. Pues no. Al llegar a casa y bañarla la vuelvo a inspeccionar. Tras la cena y antes de acostarla, la vuelvo a inspeccionar. Nada, sigue con los mismos 3 granitos y algunos desaparecen, ninguno hace ampolla y por lo que veo no le pican. Pero sigo con la duda.

Tu pareja te alerta: “ojo que no sea del atracón de chocolate que se pegó de este fin de semana” y una contesta: “Sí, puede ser, porque con la varicela no desaparecen los granos”. Pero por dentro piensas: en cualquier momento estos mini granitos se van a convertir en volcanes líquidos y llegará la varicela a casa. Es impresionante lo que llegamos a dudar ante unos síntomas, muchos de ellos sin sentido, que ni tan siquiera una conoce pero, como madre, diagnosticamos.

En definitiva, mi “mini yo” no tiene varicela pero mañana la volveré a inspeccionar. Por si acaso.

Para los que quieran saber más de la varicela os adjunto este post de “La mamá pediatra” en el que habla de la varicela.

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