viernes, 18 de enero de 2013

CON UN PAR




Hoy voy a escribir un post algo distinto. Más como mujer que no como madre, aunque obviamente va unido.

Hace unos días, tras leer el artículo de Begoña Gómez Urzaiz en el dominical Smoda de “El País”, un par de post del blog de Nuria Roca y algunos whatsapp cachondos de unas amigas respecto las diferencias entre hombres y mujeres y chistes mega machistas, pensé en hacer una entrada referente a cómo somos las mujeres, cómo nos vemos entre nosotras, cómo esta sociedad nos “obliga” o incita a ser y cómo suele afectar esto a la crianza... Al día siguiente, se me ocurrió enviar ese whatsapp a varias colegas. Una de mis amigas, Susana, tiene un blog y me dijo que le venía de perlas para un post en el que estaba trabajando.

Bien, su artículo fue publicado en la web de “El Periódico de Cataluña” (espero darte con esto muchas entradas ;) y, cosa que aún no entiendo, ha sido criticado por algunos de usuarios. No lo entiendo no porque sea mi amiga y me haya partido de la risa con su artículo sino porque creo que no dice absolutamente nada malo, (bueno, alguna cosa pero a modo de picaresca) ni nada fuera de lo normal respecto a los hombres y, lo más importante, lo que hace es realzar a la mujer por sus capacidades. También es cierto que quienes la critican no dicen nada fuera de los clichés marcados y estereotipados. En definitiva, nada grave. Pero, a pesar de ello, ha hecho que el post que iba a colgar tomara otra orientación.

El artículo de Begoña Gómez Urzaiz, titulado “Mujer contra mujer”, habla de que ahora está muy de moda escribir sobre mujeres pero, atención, que lo que tiene éxito es decirle a las mujeres qué tienen que hacer y, ojo!, decir y criticar todo lo que hacen mal. Tremendo! Porque encima quien consume esto no son sólo hombres sino mujeres! Así nos va. La guerra de sexos vende y visto lo visto, ciertamente, vende y cómo.

Y es que algunos hombres no saben encajar que hablemos bien de nosotras mismas y decir que somos distintas a ellos y nos tachan de feministas. MEEEEEC! Error. Las feministas dicen que hombres y mujeres son iguales y no, no lo somos. Es más, cuando eres madre aún te das más cuenta porque nadie te avisa de todos los cambios que te va a generar profesionalmente, personalmente, mujermente, amistadmente y todos los acabados en “-mente” que te puedas imaginar. Porque, sinceramente, las que acabamos renunciando a más cosas, aunque ellos también renuncien, somos nosotras. No sé cómo lo hacemos pero nos lo montamos fatal y creemos que somos capaces de llegar a todo con lo que eso conlleva, la locura.

El otro día hablando con una amiga me decía: “Nadie me dijo que tras tener un hijo tendría que renunciar a tanto de mi”. Esta amiga trabaja pero no quiere perderse la evolución de su hija así que ha renunciado, no a trabajar pero sí a ascender en su carrera. Y no es la única que conozco. A parte hay que encargarse de la casa (siiii, con la AYUDA de ellos), tener al menos 10 minutos diarios con tu marido, dos horas mensuales con UNA amiga….Y todo esto siempre y cuando no tengas alguna otra responsabilidad que no te permita las “dos horas con una amiga”. Ah! Y que no se me olvide: estar estupendas siempre. Guapas, delgadas, interesantes, bien vestidas, peinadas y maquilladas. En definitiva, que con todo no podemos pero sí que creo que llegamos a más cosas que ellos y que somos capaces de organizarnos mejor, supongo que es genético. Lo siento chicos.

Es más, nunca he escuchado a un hombre decir que “ha renunciado” a nada por ser padre. Bueno sí, a que no puede ver el fútbol a las 20h porque está viendo ClanTVE, a que tiene que ir a comprar un sábado porque tú estás tomándole la fiebre a tu hijo o porque en vez de salir todos los fines de semana sólo puede salir una vez al mes. Eso, o nosotras somos más quejicas, que también puede ser ;) (AVISO: leer con sentido del humor! Gracias)

Y es que, a pesar de llegar a más, no podemos llegar a todo ni de coña y la que llega se va a quedar calva antes de los 50. O eso, o miente como una bellaca y sí renuncia a cosas.

Nuria Roca explica en uno de sus post que no es una superwoman, que no lo pretende ser y que le rompe lo que no suena las que van de ello, ver como las madres son mayoría en la salida de los coles, las saldas de pediatría… Efectivamente, algo no hacemos bien. O sí, porque tal vez la mayoría de madres son las que renuncian a sus trabajos o ascensos porque les hace más felices estar y educar a sus hijos. Y no pasa nada, no eres ni más feminista ni más machista por eso. Señores y señoras, equilibrio y sentido común y sobre todo libertad: opción a poder escoger. Cosa que no todas tienen por presiones sociales y culturales.

Esto no los hace peores a ellos ni mejores a nosotras, simplemente diferentes, y ojo hablo de diferencias de alma, de espíritu, de capacidad. Como dice Susana, las mujeres hablamos el mismo idioma así que tal vez si algún hombre no lo entiende es porque habla otro. Pero, hombres del mundo, nosotras os adoramos, nos mezclamos con vosotros, tenemos hijos, nos juramos amor eterno con virtudes y defectos, como vosotros, pero somos distintos por mucho que a algunos les pese.

Lo curioso es que hay personas, en este caso hombres, que no soportan que se rían de ellos. Debe haber algún tipo de déficit de sentido del humor (yo le llamo el síndrome del gallito-machito)y eso, aunque siempre puede haber alguna rarita, tampoco nos pasa. Tal vez por nuestra cultura y arrastre de generación tras generación, tenemos más sentido de humor y nos reímos más de nosotras mismas.

Hoy mismo que leído un artículo en la revista “Tot oci” en la que un HOMBRE, Rubén González, habla de cómo las mujeres somos al ir de compras: que somos insoportables, que tardamos años, que volvemos locas a las dependientas, que removemos todo y dejamos la tienda como si hubiera pasado un tsunami. Vaya, lo típico. Y sí, muchas son-somos así y otras no. Por ello no lo voy a criticar. Al revés, me he reído y me he visto reflejada en algunas cosas.

Es lo que nos hace ser distintas, esa particularidad peculiar que tenemos que es la que hace que hablemos el mismo idioma y distinto al de ellos. Ahora que vayan esos usuarios y también critiquen los típico tópicos que este muchacho hace en su artículo. Por mi parte, a mi me ha encantado.

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