Inma, Carla, Mónica, La Negra, Zipi, yo…Entre links, nombres falsos y verdaderos nos íbamos animando y dando consejos, trucos, y desahogándonos. Hasta que un día apareció Andrews.
Andrews llegó tras varios días de confidencias. Nos iba leyendo pero nunca se animó a escribir hasta entonces:
“Hola chicas!!!!!!!!!!
Hace días que os voy leyendo, pero mi peque de 5 meses no me deja ni escribir....... pues estoy como vosotras! y con vosotras!!! Inma, me he partido de la risa con tus comentarios, déjate llevar de vez en cuando y escribe cosas que nos hagan reír, que de momento es lo único que podemos hacer!!!.
Os cuento mi noche de hoy:
1.30 de la madrugada, teta en la cama y al moisés, 4 de la madrugada: colecho y teta, 5.15 más teta y despiertísimo, cantando en la cama !!! A las 6 y media, se duerme. Aparece mi hija mayor, justo cuando estoy cerrando los ojos y la pobre se había hecho pis en su cama. Al estar mojada se ha venido a la nuestra.... los 4 colechando..... a las 7 el despertador..... y a las 8 mi hijo berreando.... lo peor es que yo he probado la miel.... Mi hijo dormía 8 horas seguidas desde el mes y medio hasta justo los 4 meses y medio..... para mí es peor, porque me hice la ilusión que esta vez (mi hija durmió fatal), había tenido suerte. Me he comprado todos los libros de Carlos González, Rosa Jove…y he llegado a la conclusión que no me queda otra que esperar...... la verdad es que mi hija durmió del tirón a partir de los 3 años , y todo se olvida, sino no hubiera repetido. Me da mucho ánimo leeros. A veces de madrugada, cuando estoy paseando a mi bebé, pienso en vosotras..... en cómo estará siendo vuestra noche.
Andrews”
A partir de ahí conocí lo que era tener una ciberamiga.
No somos conscientes de lo que necesitamos a alguien que nos comprenda en situaciones angustiantes y Andrews, una persona a la que no conocía, no sabía cómo era, cómo se llamaba ni de dónde era, me dio luz en ese momento.
Lo primero que me dijo fue: “nena, cómprate un iPhone. Así, si te despiertas por la noche no tienes que ir al ordenador y puedes chatear desde la cama, en silencio, dando teta y sin despertar a nadie”. Benditas fueron sus palabras. Ahora soy red social adicta! Ahora nuestros hijos duermen mucho mejor pero seguimos whatsappeando, twiteando, facebookeando y, lo mejor, ya sabemos quiénes somos y que podemos contar la una con la otra.
Petarda! ;)
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